RECOMENDACIÓN LITERARIA

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Pedro Páramo supone, para quien no haya tenido el placer de leer narrativa contemporánea, una obra clave del estilo moderno. Los saltos de tiempo en la narración proporcionan una visión al lector más cercana al cine que a la novela tradicional. La historia que aquí narra Juan Rulfo eleva al espectador a niveles de cierto misticismo. Los personajes y las situaciones formulan un contexto fantasmagórico donde, en principio, no se sabe que ocurre, si los personajes son reales o imágenes extrasensoriales.

Hay que reconocer que es una obra que requiere atención y concentración, ya que condensa una enorme cantidad de situaciones y personajes que entrecruzan vivencias y experiencias con saltos de tiempo. Su narración es muy densa.

Juan Preciado marcha a Comala, su pueblo natal, para cumplir la última voluntad de su madre, que quiere que conozca  quién fue su padre. Una vez llega al pueblo conoce a una serie de personas que le hablan sobre la historia del lugar, pero a poco, el protagonista se da cuenta que esas personas no viven, sino que son espectros, imágenes extrasensoriales que levitan por el pueblo. Al darse cuenta de la situación muere del susto. Pero una vez muerto continúa la obra desde la tumba, donde conversa con Diamina, habitante del pueblo que yace junto a él y que continúa descubriéndole el pasado.

En principio, la novela parece nacer de la búsqueda de una identidad. El viaje que emprende Juan Preciado está impregnado de dudas sobre su pasado, familia, nacimiento. Y ese viaje se convierte en una experiencia transcendental en la que se mezclan ficción y realidad. No hay que olvidar que es una obra de ficción.

La muerte es una de la protagonistas si no la protagonista principal. Aunque Juan Preciado sea el narrador, la muerte es quien gobierna a los personajes, es el poder que envuelve el pueblo de Comala.

Juan Rulfo, natural de México (1918/1986), tiene publicadas dos obras deficción entre otros trabajos. Junto a “Pedro Páramo” convive “El llano en llamas”. Trabajó como guionista de cine y forjó de manera autodidacta su formación. Aparte de gran escritor y guionista también destacó su faceta como fotógrafoEn 1983 recibió el premio Príncipe de Asturias.

 

Cristian  A. Crespo

Un comentario »

  1. a mi me encantó. Estoy maravillada de lo bien que escribes. voy a tener que pedirte consejo. sólo te has dejado un detalle y es que la novelita, aunque densa, es bien corta, lo que la hace aún más atractiva

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